lunes, 2 de enero de 2012

Disfruta el momento.

Sal.
Ponte algo sencillo.
No te maquilles y suéltate la melena, así simple. 
Solo coge dinero, lo apropiado.
Ahora, disfruta del sol, que por fin a llegado.
Disfruta de ver las familias que se reúnen todos los domingos.
Disfruta de la gente arreglada.
Mejor aún, sal, sal de la ciudad, a otra más cercana.
Llama a tu amiga y cogeros el bus, sin pensarlo.
Y cuando lleguéis, iros a ese burguer que a ti te apetece.
Recorreros la cuidad, admirando numerosas tiendas.
Hacer una parada en el cine,- Palomitas Grandes y Coca cola mediana, por favor.
Y después, cuando el agotamiento os invada, volver a vuestra ciudad de nuevo.
Entrar en casa, como si hubiera sido una tarde normal, y no hubierais salido de la cuidad rutinaria.
Pensar en la noche anterior, que bien te lo pasaste, pero mejor aún la mañana del domingo.

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